Textos y artículos

No me hallo

Lucía Cuevas. Madrid 07

En los lienzos de Mariajosé el tratamiento del tiempo y del espacio obedecen a nuevas coordenadas sociales que devuelven una visión retocada de la realidad. Su pintura bebe del barroco sevillano llevándolo a tal extremo que consigue anular todas las referencias peyorativas al usarlo en exceso. Reinterpreta la tradición de una forma ácida e irónica.

La idea de su exposición nace de una revista de labores en las que se anima a las lectoras a participar en un concurso: si ganan se las premia con un broche en el que su nombre está escrito con diamantes. Este puede ser un claro ejemplo para cercionarse de cómo sus obras siempre están cargada de un gran sentido reflexivo donde confronta sus propias dudas existenciales con las que el país en general arroja en cuestiones como la feminidad, la moda, las necesidades psicológicas, la publicidad, el consumismo y el tiempo que pesa de manera específica sobre la vida de la mujer. Presenta imágenes que desean certificar una realidad cuando la están construyendo. Imágenes deseantes y deseadas en las que el que mira siempre tiene algo que añadir.

El mundo inaccesible soñado y anhelado, evocado a través de las joyas y los encajes, contrasta con el mundo banal y cotidiano representado por medio del punto de cruz, la lana y el mimbre. Se cuestiona el mundo heredado en el que sus mujeres tienen miradas cansadas, sufridas, reflexivas. Dedicada a la representación de las emociones, añade un punto de humor en la mayoría de sus obras donde se parodia a veces hasta el absurdo el esteriotipo de la mujer como una criatura emocional. Su pintura es una afirmación de lo visible que nos rodea y que está continuamente apareciendo y desapareciendo. Intenta dar una vuelta de tuerca más en el proceso creativo que la tiene todo el día desmontando hábilmente tantas cosas repletas de peligrosísima normalidad. Desmontando para abrir un nuevo prisma, una nueva forma de medir o sopesar lo que es y lo que no es.

Fragmento del texto editado para la exposición No me hallo, comisariada por Lucía Cuevas. Madrid 07